En el mediodía de este domingo 29 de agosto en el que celebramos la veneración a Nuestra Señora de la Salud, nuestra Hermandad de San Gonzalo ha recibido la donación de un mural pictórico dedicado a nuestra bendita Madre, tratándose de una obra realizada por dos jóvenes llamados Miguel Ángel Domínguez Gil y y Luis Gil Oliver.
Se trata de dos artistas que cuentan con escasos veinte años de edad, habiendo nacido Miguel Ángel en la onubense localidad de Ayamonte y Luis en nuestra ciudad, y más concretamente en este barrio de Triana.
El primero de ellos es técnico superior de artes aplicadas a muro y actualmente estudia en la Facultad de Bellas Artes, en la Universidad de Sevilla, habiendo participado ya en algunas muestras desarrolladas en su tierra natal desde 2017; mientras que el segundo es igualmente técnico superior de artes aplicadas a muro y se halla a la espera de entrar en conservación y restauración de bienes culturales, habiendo realizado diferentes obras para particulares mediante las técnicas del pastel, el acrílico y el óleo.
Centrándonos en la pintura mural en sí, ésta ha sido elaborada con técnicas mixtas sobre un soporte de madera, y cuenta con unas dimensiones de dos metros por uno con cuarenta centímetros. En ella podemos observar a Nuestra Señora de la Salud bajo palio a plena luz del día, efecto realizado con una serie de texturas y que se ha resaltado de un modo especial para idealizar la figura la Madre de Dios, que resurge tras estos tiempos de pandemia mundial. Nuestra bendita titular aparece ataviada tal y como fue en la procesión de ida de los fastos de su coronación canónica pero luciendo su actual presea de salida (añadida posteriormente, con ráfagas en pan de oro). Así mismo, los detalles de los broches y medallas que luce la Virgen en su pecho se han acometido en pan de oro. Obra, además, fue realizada en el taller de pintura ornamental de José Luis González Munuera.
Se han empleado técnicas mixtas sobre una capa de gesso (sustancia de color blanco que consiste en una mezcla de aglutinantes, con tiza, yeso, pigmento o alguna combinación de los mismos), utilizándose para ello un formato de aglomerado prensado. En las zonas del rostro y las manos de la Virgen se han usado veladuras de óleo a través del uso de la paletilla junto a pintura acrílica en pasta.
Nuestra corporación agradece a los autores esta hermosa obra pictórica que, desde ahora, pasará a engrosar nuestro patrimonio.