Con un poco de adelanto sobre el calendario cuaresmal de años anteriores pero con la emoción de verla de nuevo, después de tres años, en su paso de palio, Nuestra Señora de la Salud ya preside su altar itinerante desde este sábado 2 de abril, víspera del Domingo de Pasión, y horas antes de que Nuestro Padre Jesús en Su Soberano Poder sea trasladado a su paso de misterio.

De cara al próximo Lunes Santo, la Santísima Virgen porta la saya de salida ejecutada en 1997 por el taller de bordados de Fernández y Enríquez bajo diseño del recordado Manuel Guzmán Bejarano, y sobre sus sienes se posa la toca de sobremanto bordada en oro, plata y sedas de colores sobre malla por José Guillermo Carrasquilla en 1975 siguiendo el dibujo de Antonio Garduño Navas.

Como es natural, aún no luce la Señora todo el ajuar para el día de la estación de penitencia, a la espera de que luzca, entre otros enseres, la presea de su coronación canónica, obra original de Fernando Marmolejo Camargo en 1967 y remozada y enriquecida en 2017 por su hijo, Fernando Marmolejo Hernández.

Fotografías: José Enrique Romero Ríos